La fragilidad de un adiós
Quién alguna vez pensó que al estar con la persona que llena de caricias tu corazón, de abrazos tu felicidad y de color tus sensaciones, iba a desaparecer como si nada.
Hoy, luego de haber pasado las mejores horas en su cama, de haber sentido su respiración palpitar con mis deseos y haber compartido conversaciones de su pasado, confirmo que tengo miedo a perderlo; a perder el calor de sus palabras, su calida sonrisa y la transparencia de su mirada, que aunque muchos no lo crean, me devolvió la paz que hace tiempo estaba buscando.
Hoy puedo reafirmar, con el miedo que tengo a perderte mañana, que te quiero más que hace un rato atrás y que esto no es solo darte un beso cada noche y asegurar que mis besos son reales al momento de rozarlos con los tuyos, es en mi interior, en la profundidad de mi mirada, de mis caricias y de mis sentimientos, donde está depositado todo el amor, el cariño y la alegría que le diste a mi vida…
A ti te quiero y frente a eso, no hay discusión.
Acaso no sabes que tu eres para mi? La noche, el día en mi vivir la sangre en mis venas yo doy todo por ti contigo el mundo no tiene final y el tiempo no se nos va a acabar…