Una cacerola de sabiduría

Más que un diario de vida y menos que tu mejor amiga… Tu voz interior que grita ser obedecida y tomada en cuenta.

sábado, 18 de agosto de 2007

La fragilidad de un adiós


Suena ilógico, estúpido, irreal y tormentoso, pero hoy tengo miedo.
Quién alguna vez pensó que al estar con la persona que llena de caricias tu corazón, de abrazos tu felicidad y de color tus sensaciones, iba a desaparecer como si nada.
Hoy, luego de haber pasado las mejores horas en su cama, de haber sentido su respiración palpitar con mis deseos y haber compartido conversaciones de su pasado, confirmo que tengo miedo a perderlo; a perder el calor de sus palabras, su calida sonrisa y la transparencia de su mirada, que aunque muchos no lo crean, me devolvió la paz que hace tiempo estaba buscando.
Tal vez nunca llegues a leer esto, pero por más que insistas en que no vales la pena o desmerezcas tus maravillosas capacidades,
Hoy puedo reafirmar, con el miedo que tengo a perderte mañana, que te quiero más que hace un rato atrás y que esto no es solo darte un beso cada noche y asegurar que mis besos son reales al momento de rozarlos con los tuyos, es en mi interior, en la profundidad de mi mirada, de mis caricias y de mis sentimientos, donde está depositado todo el amor, el cariño y la alegría que le diste a mi vida…
A ti te quiero y frente a eso, no hay discusión.

Acaso no sabes que tu eres para mi? La noche, el día en mi vivir la sangre en mis venas yo doy todo por ti contigo el mundo no tiene final y el tiempo no se nos va a acabar…

jueves, 9 de agosto de 2007

(Re) Caída

Estuve sola cuatro meses. Quizás los más largos de mi vida. Además justo ahora que es invierno. Los días y las noches más frías, lentas y depresivas del año. Cuando más se necesita a un otro para que te abrace, regalonee y te acaricie el alma.
Llevaba casi tres años con una relación amorosa complicada y media amorfa. Un cuentacuentos profesional que me llevaba al cielo y al infierno en el mismo segundo.
Que a ratos me elogiaba y luego me sepultaba en terribles insultos. Pero me tenía definitivamente a sus pies. Estaba consciente de que nuestro amor era obsesivo e insano sin embargo, no podía dejarlo. Él y su amor sexual eran mi droga favorita.
Carlotta, una de mis mejores amigas solía decirme que yo era como la típica esposa maltratada por su esposo. Que el ‘súpermacho’ la golpeaba y luego se arrepentía y deshacía en cínicas disculpas y falsos compromisos de que aquella situación no se volvería a repetir, cuando probablemente el círculo terminaría en un femicidio. Siempre terminábamos, pero por soledad, necesidad o costumbre a estar con alguien, decidía volver. La última vez que discutimos, tomé fuerzas y decidí abandonarlo. cuatro meses. Sí, ese fue el intervalo.

Me comí todas mis uñas –recién hecho el manicure- para no llamarlo, mi celular lo dejé olvidado dentro de un vaso con whisky por si me el demente llamaba y le dije a Norita, mi ama de llaves, que si algún bastardo se asomaba por mi humilde morada dijera que andaba de viaje. Días y días en cama, débil y marchita. Cuando se cumplieron ocho semanas, renuncié a mi tétrica alcoba y salí al jardín. Estaba sentada en una banca, envuelta en mi cubrecama de terciopelo cuando lo vi. Allí estaba ÉL, con unos bombones baratos de licor y un ron para seducirnos. Anestesiada lo amé otra vez, con las mismas fuerzas fogosas sensaciones.


Vuelve, arrepentido y con ¿nuevas? promesas. Ojalá ustedes me puedan ayudar. Me siento viviendo una pasión juvenil, acaso obsoleta y caduca a mi edad.

Ayer escuché una canción que creí me la estaban dedicando:


Mala Hierva

Poco a poco conseguí
fijar tu atención en mí
a que esperas por favor
ven aquí
Dicen que soy,
un desastre total
que soy mala hierba
que tras de mí

no deje piedra sobre piedra
Y quizás tengan razón

que me puede el corazón
si vas tras de algo especial
no te arrepentirás

viernes, 3 de agosto de 2007

Olvídame Cobain


Alguien podría explicarle a esta mujer que por más que intenta entender a la juventud con la que se topa cada mañana en el metro o en las plazas de Santiago, ¿por que la música del ayer dejó de sonar en los personal stereo de aquellos niños que corren, saltan y se golpean en los recitales y conciertos del siglo XXI?

Explíquenme por favor, ¿por qué cuando ayer prendí mi computador y buscando fotos un tanto prohibidas, me crucé con un jovencito de pelos largos y chascones que movía masas y destruía instrumentos como si nada?

Ayer, mientras veía sus fotografías en un portal llamado www.nirvana.cl, puedo confesarles que hasta la enagua que llevaba puesta se humedeció al contemplar la belleza de los jóvenes que se apoderan de las radios y las tocatas en el centro de eventos cercano a mi casa, La Batuta.

No sé qué me pasó, pero después de ver esas fotografías y seleccionar la mejor como fondo de pantalla, hoy desperté un poco más húmeda que de costumbre y con los deseos de experimentar y susurrar al oído de un chiquillo 20 años menor que yo, todos los secretos y juegos que Kurt Cobain le robó a José Alfredo Fuentes mi primera noche de agosto.

Con estas referencias, tengo claro que agosto no será impedimento para una mujer tanto y más osada que la tal Courtney Love. ¿Quién dijo que hay que ser roquera, pintarse los ojos de colores opacos y tener una mente desquiciada para pasarlo mejor en la cama?


 

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